La Salgar, una comida deliciosa en Asturias con el toque de los hermanos Manzano.
Este verano tuvimos el placer de poder disfrutar de una comida en uno de los restaurantes que Nacho Manzano, chef del galardonado restaurante con dos estrella Michelín en Arriondas. La Salgar nace como una prolongación del famoso Casa Marcial, y en este caso la dirección de la cocina está al mando de Nacho y también de su hermana Esther.
El restaurante se encuentra enmarcado dentro de Gijón en el mismo Museu del Pueblu d’Astúries, un delicioso rincón rural dentro de la ciudad. Un lugar silencioso, dónde disfrutar apaciblemente de una exquisita comida en un marco incomparable y poder sumergirte en la cultura asturiana.
En Lasalgar encontramos platos de producto asturiano de excelente calidad con un marcado recorrido que va desde estupendos pescados de la zona, pasando por las recetas tradicionales asturianas como la fabada, el pitu de caleya, las archiconocidas croquetas Casa Marcial y acabando con postres como el arroz con leche.
En nuestra visita a La Salgar nos decantamos por las recomendaciones del metre.
Unas mantequillas de tres colores abrieron el menú, plenas de sabor concentrado a romesco, rúcula y limón, acompañadas de tres tipos de pan, mi preferido, el de maíz.
Comenzamos los primeros con un delicioso jugo de tomate con esencia de albahaca que transmitía todo el aroma de la albahaca y la frescura del tomate.
El siguiente plato fue un ajo blanco de una suavidad extraordinaria, refrescado con jugo de tomate y acompañado con almendras y flor de ajo que le daba la chispa de sabor.
Luego vino uno de los bocados que más me enamoró, fueron unas sardinas ahumadas con coliflor texturizada, huevas de arenque, acederas y coliflor encurtida, una amalgama de texturas y sabores que explotaba en el paladar y me traía sabores ligeramente evocadores a mi estancia en Japón, delicioso y totalmente indispensable en cualquier visita al restaurante.
Otro de los deliciosos platos que más que gustó fue este sedoso bonito, con caldo de sus espinas, óxalis y manzana, también muy muy recomendable.
Los comensales que me acompañaban tomaron como segundos un cochinillo confitado deshuesado con emulsión de guindilla verde y piña, también espectacular el punto de cocción y el aroma.
Otro de los platos fue un lomo de merluza asado, con todo el sabor del mar cantábrico y una base de suquet marinero, un plato de exultante frescor y jugosidad.
Como segundo plato me decanté por una especialidad autóctona y tradicional en la cocina de Nacho Manzano, el pichón de araiz en dos cocciones con torta de sus higadillos, espectacular la cocción de la carne, melosa y deliciosa, una conjunción de sabores abrumadora y presentada con flores comestibles que le daban el toque de color al plato.
Como colofón final no podíamos marcharnos sin hacer homenaje a la tierra asturiana y probar el mítico arroz con leche al estilo de Nacho Manzano, la textura era muy delicada, sin ser excesivamente líquida ni tampoco consistente, con el toque de caramelo que le aportaba el crujiente perfecto.
En los petit fours unas rosquillas de chocolate con praliné deliciosas y unas con forma de tronquitos de árbol, muy, muy ricas.
Los pases de platos fueron ágiles, el servicio muy profesional y atento, como curiosidad nos enteramos de que parte de la plantilla de sala son de mi tierra, León, y nos contestaron amablemente a todas nuestras preguntas.
La decoración del local es una oda a Asturias, predominan los tonos piedra y arena en mobiliario y mantelerías. Cuenta con inmensos ventanales desde los que se puede gozar con la vista del relajado paisaje asturiano mientras se disfruta del ágape. En la decoración interior reina el buen humor, con vinilos de vacas asturianas y en las puertas de los lavabos un camarero y una camarera se sitúan bien erguidos sujetando su correspondiente bandeja, las mesas son amplias y permiten gozar de la intimidad necesaria respecto al resto de comensales de otras mesas.
El precio del cubierto es de 35 euros en adelante.
A partir de esta visita nosotros nos quedamos con el gusanillo de poder desplazarnos algún día hasta Arriondas y conocer la cocina madre de la que nace La Salgar.
Agradecer a nuestro camarero Luis Miguel y a todo el servicio y al equipo Lasalgar por la buena comida que degustamos y os emplazamos a que si estáis por Gijón y podéis hagáis una visita obligada.
septiembre 20, 2013, 4:31 pm
Claire a mí me encanta no dudes ir a Casa Marcial, te encantará también. La última vez que estuve en La Salgar, tome un arroz con pitu de caleya de caerse, estoy contigo el sitio es una delicia, bsss y gracias por contarnoslo y esas maravillosas fotos,
septiembre 20, 2013, 8:44 pm
Es precioso el restaurante y cómo no, los platos tienen una pinta exquisita!
Tu sonrisa preciosa!
Disfruta del finde.
septiembre 26, 2013, 10:47 am
Si te gusto La Salgar (Gijon), en Casa Marcial (La Salgar) te puedes morir …
El sitio es espectacular … En medio del monte… Y la presencia de Nacho y con su humildad y su magia te enamora …
Tanto Esther en Gijón como Nacho y Sandra en Casa Marcial transmiten un buen rollo y una «normalidad» que tanto se echa de menos en muchos otros cocineros endiosados…
octubre 1, 2013, 3:25 pm
Me lo imagino, no sabes las ganas que tengo, a ver si tengo oportunidad de viajar pronto y comentaros la prueba. besos